¡Uff! Hoy ha sido un día muy bonito para mí y cuando son días bonitos me inspira mucho escribir lo que estoy sintiendo.
La idea de este texto surgió cuando por la mañana miraba las fotos del carrete de mi celular y encontré una foto mágica, una foto de un atardecer espectacular color rosa que me tomó mi amiga Ale en el balcón de nuestra habitación en un hotel en Puerto Vallarta. Cuando miraba la perfección del atardecer, pensaba que lo captamos justo en el momento preciso, ni un minuto más, ni uno menos, justo cuando terminábamos de trabajar Ale y yo. Esa foto me recordó que las cosas más bonitas de la vida no son cosas, y si, yo sé que es una frase que has escuchado muchas veces, pero si realmente lo piensas es muy real.
Pasamos la vida comprando, esperando el momento perfecto, buscando y a veces se nos va disfrutar el presente y en ese presente están los regalos. Voltear al cielo y ver las estrellas, recibir esa llamada de un amigo que hace años no ves pero que justo pensaste en él hace unos días, ver tu celular y que sean las 11:11, ir a tu cafetería favorita y descubrir que hoy tienen promo especial, esa frase que leíste y que necesitabas en tu vida, esa persona que miraste y que te enganchó su buena vibra, esa monedita de 50 centavos que te encontraste en el estacionamiento, el abrazo inesperado de tu papá, esas carcajadas en familia… podría hacer una lista infinita de esos regalos que recibimos todos los días, y sé que tú también. La importancia está en detectarlos y agradecerlos. Yo hasta te aconsejo anotarlos, todos esos son reflejos de prosperidad en tu vida. Porque la prosperidad no es dinero ni trabajo, la prosperidad es recibir lo que estás buscando sin saber a veces que lo estabas buscando. Prende tus antenas y ubica tus regalos y sobre todo, agradécelos.
Ser feliz es gratis. ❤️
Leave a Reply