Se que estarás leyendo este post en enero del 2020, pero la realidad es que lo estoy escribiendo hoy, 10 de diciembre del 2019.
Son las 9 de la mañana y aún estoy en pijama, ¡estoy feliz!
Estoy sola en mi departamento, leyendo un libro y tomando café. Eso me recuerda a que por primera vez en mi vida cumplí el 80% de mis propósitos de año nuevo.
¡Ni yo me la creo! Tantos años haciendo vision boards, tantos años sintiéndome culpable cada vez que se acercaba el término del año y yo seguía sin cumplir y ahora… ¡wow! I did it!
Podría quedarme toda la mañana escribiéndote como lo logré, que cambió en mí, pero eso… eso es parte de lo que quiero compartir contigo en este blog, digamos que fue una fórmula y que esa fórmula te la voy a dosificar para que poco a poco te encuentres a ti misma.
Hoy te comparto la primera parte de la receta……. No pienses tanto y comienza a sentir.
Se lee fácil, ¿verdad? ¡Súper fácil! Ya verás que no lo es. Nuestra mente está tan trabajada que no nos permite sentir, nos hace darle mil vueltas al asunto y es por eso que nos encerramos en un bucle de pensamientos y no logramos salir de ahí. Por consecuencia, no podemos lograr lo que nos proponemos.
La idea de mis textos es que sean cortos, que te tomes solo un minuto y no dejes de leer, así que no te echaré más choro y te dejaré esta tarea:
Piensa en algo que te moleste mucho.
Estoy segura que hasta te dolió el estómago, o sentiste alguna molestia en algún lugar de tu cuerpo ¿verdad?
Eso es porque la mente no distingue entre el momento presente y los recuerdos.
Ahora quédate con ese sentir, pon tu cronómetro por 5 minutos, vas a inhalar y a exhalar.
¿Ya pasaron los 5 minutos?
¿Cómo te sientes? ¿Se diluyó tu pensamiento, tu sentir? ¡Estoy segura que sí!
Así que primer consejo: ¡Date 5 minutos, solo 5 minutos!
¡Nos leemos pronto Cosmicals!
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