Me permito sentir

sentir

Fue un 14 marzo, era una tarde hermosa, no hacia ni frío ni calor. El atardecer se vió espectacular y mis amigos comenzaron a llegar. Festejé mi cumple número 33 estrenando la terraza Wander Rooftop del hotel Canopy en la zona hotelera de Cancún.

Comenzaron los mensajes como a las 4:00 pm:

“Aní, ¿sigue todo en pie verdad?”

“Ani, ¿vas a cancelar?”

“Ani, lo siento, no iremos por el tema del COVID.”

Mi respuesta, sin saber que se venía una de las temporadas más grandes de encierro en el mundo fue… ¡Oigan! si viene algo duro, pues ¿¿¿qué mejor que disfrutar de la última fiesta de la temporada, no????

De verdad, nunca imaginé que mis palabras fueran reales. Claro que sabía lo que estaba pasando en Europa y sentía mucha empatía por ellos, pero nunca imaginé que estaría aquí en este momento escribiendo acerca de esto en la semana número 6 de aislamiento.

Fue una gran fiesta. La atmósfera era diferente a otras ocasiones. Mis amigos estaban relajados, bailando, echándose sus drinks. Yo la hice de DJ, bailé, canté y nada me dio pena. Fui yo al 100%%% ¡como nunca!

El martes fue el último día que vinieron las chicas de la oficina y el miércoles hicimos las compras necesarias para estar en casa.

Esto será por siempre un momento que les contaremos a nuestros hijos (espero que sea la única vez y que algo hayamos aprendido como humanidad).

Todos tenemos mucho que contar, hemos pensado tanto, hemos sentido tanto.

¿Cómo han vivido ustedes este aislamiento?

Les quiero compartir mi reflexión y cómo lo he vivido. Lo dividí en 4 etapas que van así:

Etapa 1: Sorpresa. Mucha información, miedo a lo que va a pasar, más información, noticias, más miedo, webinars, muchos webinars, lives, información para mi negocio, más información, más noticias falsas, llamadas, estrategias. Yo completamente eufórica, sé que suena extraño, dada la situación, pero así me sentía, como súper poderosa. Con fe de salir de esta, pero con muchos nervios. ANSIEDAD, ganas de salir corriendo todos los días. Dolores, calambres.

Etapa 2: Me sentí muy triste. Por más que traté de entender por qué me sentía así, mi mente no me daba una explicación y me frustré. Quería estar bien pero no me salía. No me dejaba fluir, me estanqué, me preocupé…

¡Tengo todo! Salud, amor, novio, trabajo, papás, perro, casa, computadora, comida. ¿Por qué Ani? ¿Por qué te tiras al drama? Aní, ¡dame una explicación!
Sentía culpa de no estar al 100%, de no darme la oportunidad de levantarme tarde, de ver series. Me juzgué.

Etapa 3: Entiendo que cuando siento no me tengo que cuestionar. Entiendo que si me siento de una manera u otra no tengo por qué permitirle a mi mente que no me deje sentir. ¡¡Entiendo que no pasa nada si estoy mal, que no tengo que buscar una explicación para todo!!

Me permito sentir, me permito estar mal y solo así logro estar bien. Me permito no preocuparme, me permito vivir un día a la vez. Me siento feliz, liberada, quiero recordar este momento con AMOR, no con MIEDO. Disfruto mi casa, a mi novio, disfruto a mi perrita, a mi hermana, a su novio, a mis papás, a mis suegros.

Les mando amor a mis amigos. Veo lo positivo, veo oportunidades de crecimiento. Fluyo y fluir me enriquece. Las clases de Kundalini son cada vez mas intensas, hago ejercicio con cariño hacia mi, porque mi cuerpo se siente bien así.

Etapa 4: Es ahora, desde donde les escrito. Me siento entusiasta, quiero dedicarle mucho tiempo a mi empresa. Logré una rutina que me gusta. Me siento en paz y logro tener equilibrio. Puedo ver las cosas con claridad y eso me hace estar tranquila.

Me da cero ansiedad no poder salir pero aun así, amo salir al super, cargar gasolina y disfruto ir a otros lugares fuera de mi departamento. Me siento agradecida (de verdad) por todo lo que soy y lo que tengo. Quiero que el mundo sane y quiero ayudar a la gente a sanar. He dado muchas sesiones de Biodecodificacion (estoy en proceso de certificarme como biodecodificadora).

Cada quien tendrá sus aprendizajes, sus memorias, sus crecimientos. Estos son los míos.

Para mí, lo mas importante es aprender a dejarme sentir y veo claramente que está mucho más padre moverme desde el AMOR que desde el miedo.

¿Cómo ha sido tu experiencia? Platícame, me encantaría leerte.

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