La semana pasada tuve una magnífica invitación para conocer un estilo diferente a lo que estamos acostumbrados los que vivimos en Cancún. ¡Me invitaron a Bacalar! Esta fue la tercera vez que estuve frente a esa hermosa laguna.
La primera vez fue en la secundaria, nuestra maestra de Biología nos llevó a hacer prácticas de campo. Cómo olvidar el hotel donde nos quedamos, se llama Laguna Bacalar, con una magia como de los años cincuenta, parecería que estás hospedado en un hotel de Acapulco y que en cualquier momento te podrías encontrar a alguna diva de esa época con su traje de baño alto tomando algún cóctel. Bueno siempre me desvío del tema, pero es que siempre me ha parecido fascinante ese hotel. En esta ocasión no tuve la oportunidad de visitarlo, solo lo vimos desde lejos a bordo de un pontón. Los pontones son embarcaciones que parecen una sala flotante, son fascinantes porque son muy cómodos y te permiten disfrutar al máximo de la gente con la que vas al poder convivir cómodamente sin estar dando la espalda a nadie.
Fue mi querida amiga y RP, Gina Alfeiran quien nos invitó a este Pueblo Mágico.
¿Cómo les explico la casa en la que nos hospedamos? ¡Un verdadero sueño! Se llama Hanna Sofía, la acaban de remodelar. Fue durante mucho tiempo una de esas casonas para vacacionar de una hermosa familia Chetumaleña, la familia de Don Norman Ángulo. Junto a la casa está Bacalar Beach Club, el único club de playa (bueno, de laguna) en Bacalar con toda la onda moderna, comida deliciosa, coctelería, mixología y la mejor música. Un lugar donde sin duda, me encantaría organizar mi cumpleaños.
Conocimos también otros lugares como Catch, un restaurante con excelente ambiente.
El restaurante Mestizos, ideal paga desayunos y Sisimite, una taberna única y buenísima para cerrar con broche de hora un día perfecto.
También conocimos el hotel Mía Bacalar, el spa me dejó enamorada al igual que la comida del Chef Pedro Sánchez, pupilo de Enrique Olvera en el restaurante Hubab Ku, también parte del hotel Mía Bacalar.
Bacalar, es único, su laguna de 7 colores es hermosa, el agua es dulce y puedes pasar todo el día adentro porque el agua es cálida, la gastronomía local es inigualable, la vibra es mágica, el tiempo no pasa cuando estás ahí. Les recomiendo mucho visitar este destino.
Definitivamente, la compañía de mis amigas wedding planners en esta experiencia fue un super highlight. Amé compartir con este grupo de mujeres fuertes, decididas y unidas con quienes tuve la fortuna de reír, conocer y aprender.
Quiero dar un reconocimiento especial a la primera dama de Bacalar, Eliza Gamboa y a Aída Ángulo, nuestras anfitrionas, que nos recibieron con los brazos abiertos, nos dieron la mejor estancia y nos consintieron de principio a fin.
¿Tú ya visitaste Bacalar?
Bacalar, definitivamente entra a la lista de Cosmical Places. 💫💫💫💫💫
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