Maestros, aquellas personas que llegan a nuestra vida y sin saberlo, sin planearlo, sin desearlo, la cambian. La hacen más fuerte, la modifican de manera positiva y nos dejan aprendizaje de ese que nunca más se olvida.
Son contados los maestros en nuestra vida, son muy específicos y si no ponemos atención podríamos de hecho no identificarlos, pero son ellos los que nos hacen quienes somos, nos plantan ideas, costumbres, nos guían hacia la luz. Es errónea la idea de que solo los titulados pueden ser maestros, todos somos maestros en la vida de alguien más, lo único que debemos hacer es ser nosotros mismos, ser honestos a nuestros valores, ser compasivos y dar lo mejor de nosotros, solamente siendo así podemos dejar huella en la vida de alguien más.
Así me pasó con miss Elsa. Yo tenía como 12 o 13 años cuando empecé a ir a clases de acuaerobics, ¡como las amaba! Eran martes y jueves, y tomando en cuenta que yo nunca he sido muy atlética, era sorprendente lo mucho que me gustaban esos días, desde preparar mi traje de baño, el camino a las clases, hasta estar ahí y meterme a la alberca.
Miss Elsa era buenísima, nunca me aburrían las clases, siempre innovaba y me motivaba a terminar la clase con energía. Me gustaba que no era invasiva y no presionaba, siempre veía la manera de motivar sin pasarse de la línea, esa muy delgada que a una no atlética como yo podría alejarla del deporte.
Pasaron 18 años para que la volviera a ver y fue lo más cósmico del mundo, esta es la historia…
Mi novio me motivó a regresar al gimnasio, accedí porque el horario de la clase de yoga me quedaba perfecto. Mi sorpresa fue cuando comencé a ir a la clase y me di cuenta que la más cercana a mi edad es 30 años mayor que yo, todas mayores a los 60 años, la más grande tiene 84 años de edad y es la que menos falta. Admito que al principio juzgué la clase y no bajaba a mi grupo del grupo de “las viejitas”.
Eso no me alejó, yo seguí asistiendo a la clase, me encariñé con la vibra de este grupo.
Ellas se conocen desde hace más de 5 años, llevan mucho tiempo haciendo yoga juntas. En cada clase se saludan con un gusto enorme y también se despedían con mucho amor.
La mayor sorpresa fue el primer jueves que las vi a todas vestidas de blanco y cuando comenzó la clase sentí algo diferente. Las seguí, seguí cada movimiento, cada inhalación y cada exhalación. Pasaron las semanas, por cierto, tuve buen pretexto para comprarme un lindo outfit color blanco. Seguí involucrándome en esa maravillosa clase, no sabía que era, pero de verdad me cambiaba la vida cada vez que la practicaba.
Algo mágico, fue después de varias clases que la maestra mencionó el KUNDALINI. Eran clases de yoga Kundalini. El kundalini yoga (de Kuṇḍalinī más yoga) es una disciplina física, mental y espiritual basada en distintos senderos yóguicos que se basa en el desarrollo de la energía.
Life changer! Algo que todos en algún punto de su vida deben de practicar.
Me costó descifrar más de 4 meses de dónde conocía a esa miss de yoga que tanto me atrapó. De repente, un día, todo hizo sentido, ¡es la miss Elsa!
¡Mi maestra de acuaerobics de hace 18 años! La gente que está destinada a estar en tu vida está ahí siempre, sin más aviso.
Miss Elsa, si algún día lees esto, quiero que sepas que has impactado mi vida ya dos veces, de forma trascendental y mágica. ¡Gracias cósmicas infinitas!
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